En este puente largo de todos los santos, he tenido el privilegio de conocer el País Vasco en compañía de una linda amiga que es de ahí; me ha sorprendido muy gratamente, no solo el lugar, si no comprender y tener la oportunidad de conocer un poco más a mi amiga y su cultura.
Hemos estado en Bilbao y es verdad que aunque es lindo, no tiene tanto encanto como San Sebastian, este es un lugar con mucha clase, y vida. La playa de la Concha es perfecta, darse un paseo por el malecón y terminar comiendo pinchos con sidra, en el centro histórico, es toda una experiencia.
Luego hemos estado en el Valle de Baztan, en dos pueblos muy lindos, Elizondo de donde me he traído un par de recuerdos materiales que me recordarán lo lindo de este viaje, y sin duda muchos recuerdos sentimentales que conservaré siempre. He de confesar que me siento enamorada de todo lo que es el País Vasco incluyendo el pueblo de Navarra, luego hemos viajado a Almadoz que es el pueblo donde se crío mi amiga, y donde esta su familia. Una familia de campo, trabajadora de esas que me hacen sentir a mi orgullosa, así que me he sentido inmensamente afortunada de conocerles.
Almadoz es un pueblo muy pequeño de 200 y algo de habitantes, un pueblo de cuento, donde o la vida se te puede hacer muy aburrida, o increíblemente apacible, según lo veas.
Por último hemos estado en Pamplona, donde he podido ver poco, pero me quede con un buen sabor de boca, y con ganas de más.
Os dejo con algunas fotos del viaje, no os enseño a mi amiga, porque no sé lo he pedido y se que no sería de su agrado, pero este paseo ha sido un paseo de dos chicas y una pequeña perra, en un pequeño coche, que casi termina el último día en manos de la grúa 😉
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