Desconexión

A pesar que he nacido en la época de la generación milenial, el provenir de un país en vía de desarrollo, ocasiono que en un inicio ni siquiera me importarán las redes de sociales.

Mi primera red social la abrí ya hace 6 años, y me costó poco más de un año compartir una foto mía, y empezar a comunicarme con la gente a través de estos medios. Luego encontré el Instagram que por lo visual, supongo que es una red que engancha más, y al empezar a tener tantos likes y seguidores, comencé a publicar cada vez más. Igualmente no soy ni una blogger muy activa, ni tampoco por las redes sociales como otras bloggers, pero sí más activa que personas que no tienen un blog.

En los últimos dos años mi vida a cambiado un montón, a nivel personal y a nivel profesional tengo muchos retos que no esperaba, que me encantan pero que me han tomado por sorpresa, lo que ha hecho que cada vez, este más corriendo de un lado a otro, y que este más atabalada de cosas. Los correos me ponen los pelos de puntas, cuando al despertarme ya tengo 6 o más que esperan respuesta. Las obligaciones y restos del día a día hace que no soltemos prácticamente nunca el móvil.

Cuando empece la universidad me caracterizaba por ser un desastre con el móvil, por llevarlo siempre en silencio y no contestar nunca ni llamadas, ni correos, yo vivia muy en paz, puede que mis padres y amigos no tanto, ya que rabiaban de que tenia un móvil que no me servia para nada. Hoy en día en algunos aspectos me pasa lo mismo, continuo llevando sin volumen el móvil, pero hoy en día lo hago más por que me molestan casi todos los timbres y la vibración, y por que no me gusta estar quitando y poniendo el volumen, en caso de estar trabajando y que me suene, estar con un paciente, o en clase y que me suene, me daría primero vergüenza y me molestaría conmigo misma por la falta de respeto hacia el otro.

Aun con ello que os comento, algo ha cambiado y es que sí que estoy pendiente de los correos, de los WhatsApp y mucho de las redes sociales. Por ese motivo hay días en el año que decido me desconectaré, y lo hago, solo me comunico con casa y ya esta.

Por salud mental, por amor propio, debemos ser egoístas en momentos, yo necesitaba descansar, no solo de estar conectada, sino de todo, y que mejor que coger un fin de semana, coger tus cosas y alargar el viaje. Hace poco he vuelto de un viaje de 10 días a Francia, que aunque fue lindo porque pude conocer mucho, fue un viaje muy pesado y con todo el trabajo que tengo pues aun más pesado, el clima estuvo muy frío, y me he resfriado como hace mucho no me resfriaba, y por ello dije, es necesario y justo descansar y desconectarse de todo.

Desde Colombia me encanta un plan para desconectar que os quería compartir, el planazo para mi, es cogerte un buen hotel, indispensable para mi que la habitación tenga una buena bañera, y si no la tiene que el hotel cuente con servicio de spa, en Colombia hay muchos hoteles pero mi preferido al que siempre quería ir, que ademas en ese entonces no cogía muy bien la señal por la zona, lo que aun te desconectaba más, es el Mirador de las Palmas de Armenia, las vistas de este hotel son impresionantes, tener delante una cadena montañosa mientras estas en la piscina o en el jacuzzi, para mi era lo más, así que cada que podía, cogía mi maleta y me iba para ahí, solo a dormir, bañarme, comer en la habitación y respirar sin preocuparme de nada, desconectada y feliz.

En Catalunya hay dos que me encantan, uno es el Balneario Hotel Vichy Catalán, en el que me he sentido como toda una princesa con mi pinina, es un hotel señorial donde la atención es impecable, a mi perrita la han atendido muy bien y yo siempre salgo encantada del Spa.

El otro es el Subur Maritim que se encuentra en Sitges, estas frente al mar, es un hotel de construcción relativamente nueva, pero que tiene un antiguo edificio al lado, de arquitectura colonial, y en el tienen las tres suites del hotel; son habitaciones con vistas al mar, muy amplias y con una cama que me atrevería a decir que son las camas más cómodas en las que he dormido nunca, las suites tienen unas bañeras que parecen piscinas y que son la parte que más me gusta de este hotel, acá no hay spa, pero para mi objetivo que es desconectarse de todo y relajarse la suite es ideal.

Cuando no viva en Catalunya, cada que venga quiero volver a este hotel, me gusta tanto esta ciudad, y me gusta aun más haber encontrado este rincón magnifico, en el que puedo hacerme un baño de espuma, y relajarme con una poco de música, para comenzar cargada de energía esta nueva semana y todos los retos que este año me presenta.

Confieso que un trabaje dos horas en un cronograma, solo por que me acorde de algo, y últimamente no soy capaz de desprenderme de mi portátil, siento que tengo mi vida en él. Pero el resto de tiempo solo me desconecte del trabajo y de las redes, me dedique a consentirme, a mimarme y a cuidarme este grandísimo catarro.

De verdad os recomiendo que probéis desconectaros, de la forma que más os guste, simplemente hacerlo, sienta fantástico.