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El otoñó ya está aquí

¡Como le ha costado empezar al otoño!

Pero ya esta aquí, dispuesto ha hacernos sacar de nuestros armarios los abrigos, jerséis de lana y todo aquello que nos pueda arropar en esta época.

Ya os he comentado que soy Colombiana, y aunque en los últimos años hay una creciente moda de hablar de primavera-verano, y otoño-invierno en mi país; realmente en mi amada Colombia no hay estaciones. El clima se da por los pisos térmicos, a mayor altura sobre el nivel del mar, más frío y a menor mayor calor.

Mi madre suele decirme ¨ay nanita, esta haciendo un frío estos días en la mañana¨ y yo reviso el tiempo en mi ciudad natal y en la madrugada y noche están a 18 grados y hasta 22, cuando ella me cuenta aterrada del frío que pasa; yo siempre suelo decirle hay mami no se queje que ¨usted no sabe lo que es frío¨.

Es verdad aunque el clima esta cambiando por el calentamiento global, os aseguro que nosotros no tenemos estaciones. Los que nacieron en tierra fría son los que tienen sus armarios llenos de jerséis y abrigos y los que nacimos en tierra caliente, nos vestimos con medio metro de tela.

Cuando he llegado a Barcelona, algo que me costó y que aún me cuesta es el frío, es más lo único que me gusta de él, es la posibilidad de usar estilismos de invierno que antes no había podido utilizar, para no morir deshidratada.

Al inicio me costaba un poco combinar algunas prendas, en especial ponerme jerséis gruesos, por que me hacía que era demasiado volumen y siempre cogía los jerséis talla S, y los abrigos y a la final el abrigo me apretaba, pero ahora ya con 5 años de experiencia en estos temas de frío, puedo decir que se me da bien combinar y ponerles mi punto a los estilismos otoñales e invernales.

Y hoy os presento uno, ☺ ☺ es la primera vez en mi vida que me pongo tanto la prenda superior como la inferir con tanta caída, y amplias, nunca me había visto así. Pero en Centelles hay una tienda llamada El Talleret por la que siempre pasaba pero no entraba, pensando esa ropa es muy grande para mí, pero fue sino decidirme a entrar para que me sorprendiera la calidad y a la vez la versatilidad y utilidad de sus prendas, entraré más seguido, eso seguro. Ahí no encontraréis nada ceñido al cuerpo, todo muy amplio y relajado, un estilo encantador.

Es así como yo el día de hoy decidí combinar mi falda y mi jersey, con un maxi collar de la diseñadora portuguesa Ana Baleia, unas manoletinas rojas y un bolso saco a juego de Carolina Herrera, unas gafas de Prada, unos labios bien rojos y estoy lista para salir a comerme el mundo.

 

 

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